DEFORMACIÓN
EN FRÍO Y EN CALIENTE
La conformación por
deformación plástica puede realizarse en caliente o en frío, según que la
temperatura de trabajo se halle por encima o por debajo de la temperatura de recristalización, respectivamente; sin que ello deba
significar una estricta separación, ya que casi todos los procesos pueden tener
lugar de una forma u otra.
En frío En caliente
Conformación
en frío
La conformación en frío es la que se realiza a temperatura inferior a la de recristalización. No quiere decir, por tanto, que no se pueda utilizar energía térmica junto con la
mecánica: basta con que su efecto no provoque cambios esenciales en la
estructura cristalina.
Cuando se somete al
metal a tensiones superiores a su tensión critica, se produce el desplazamiento
de las dislocaciones y tiene lugar la deformación plástica. Ahora bien, como
consecuencia de la gran diversidad de orientaciones de los granos, no todos
estarán en ese momento en posición favorable para que se inicie el
desplazamiento de la dislocación, por lo que ´esta se producirá solo en algunos
de ellos, alcanzándose un cierto grado de deformación plástica. Para aumentar
la deformación debemos ahora producir el desplazamiento de la dislocación en
cristales que por su orientación o impedimentos de los adyacentes (la red se
desordena) requieren una mayor tensión critica, es decir debemos aumentar los
esfuerzos aplicados para seguir deformándolo. En otras palabras: cuanto mayor
sea la deformación producida, mayor ha de ser la fuerza aplicada para que
continúe deformándose. Este fenómeno se conoce con el nombre de endurecimiento por deformación
en frío y es utilizado en la práctica para aumentar la
resistencia de los metales a base de una perdida de ductilidad.
Efectos de la conformación en frío
Las distintas
orientaciones de los cristales y la baja movilidad atómica a las temperaturas
de conformado, hacen que no haya homogeneización y por tanto las diferentes
zonas del cristal pueden soportar distintas tensiones.
El desequilibrio de
´estas dará origen a tensiones de largo alcance, también llamadas macrotensiones o tensiones de Heyn,
cuyos efectos se manifiestan de las siguientes maneras:
- Produciendo
deformaciones en las piezas mecanizadas, haciendo imposible su acabado final
cuando las tolerancias son estrechas.
- Haciendo surgir
esfuerzos superficiales de tracción que tienden a acentuar los defectos
superficiales y aumentan la sensibilidad de entallas, rebajando la resistencia
a la fatiga y favoreciendo la corrosión.
- Aumento de la dureza
y fragilidad (acritud).
Las ventajas de estos procesos frente a
los de conformado en caliente son:
- mejores superficies y
tolerancias dimensionales
- mejores propiedades
mecánicas (resistencia)
- mejor
reproducibilidad
- confieren al material
anisotropía (en caso de que esta característica suponga una ventaja para la
aplicación de que se trate).
Las desventajas de estos procesos son:
- mayor necesidades de fuerza y energía
debido al endurecimiento por deformación (equipo más pesado y potente).
- menor ductilidad
- se produce anisotropía en el material
(en caso de que sea una circunstancia desfavorable)
- y es necesario que la pieza de partida
presente unas superficies limpias.
Para producir grandes
deformaciones es necesario realizar el proceso en varias etapas y someter el
material, al final de cada etapa, a un tratamiento de recocido para eliminar
las tensiones residuales.
Efectos del calentamiento
en la deformación plástica
Al deformar un metal en frío se le comunica una energía y, por lo tanto, pasa a un estado de
inestabilidad, puesto que su energía interna es ahora mayor que la que tenía
sin deformar. A la temperatura ambiente la velocidad con que se pasa a la forma
estructural estable es muy lenta, siendo posible aumentarla elevando su
temperatura. Con ello se incrementa la agitación térmica y, en consecuencia, la
movilidad atómica, dando lugar a la aparición de tres etapas: restauración,
recristalización y crecimiento de grano.
a) Restauración:
Caracterizada por la tendencia de los átomos a pasar a sus posiciones de
equilibrio estable, sin que haya movimiento aparente de los contornos de los
granos. Durante esta etapa se contrarresta la consolidación, desaparecen en el
metal las tensiones internas, disminuye ligeramente la dureza y el límite
elástico.
b) Recristalización:
En esta etapa se forman cristales nuevos de entre los antiguos deformados.
Comienza a partir de una determinada temperatura, con la formación de gérmenes
que aparecen en los lugares de mayor acritud, en los límites de grano y en los
planos de deslizamiento y maclado. Estos gérmenes crecen a expensas de los
átomos que les rodean y finalmente, sustituyen al edificio cristalino
deformado. Paralelamente a estos cambios estructurales el metal recupera su
plasticidad y las propiedades físicas tienden a alcanzar los valores que tenían
antes de producirse la deformación.
c) Crecimiento de grano:
Si continúa el calentamiento por encima de la temperatura de recristalización
θr, comienza otra etapa, durante la cual el grano recristalizado continúa
creciendo a medida que aumenta la temperatura. El crecimiento de grano (llamado
también coalescencia) por encima de la temperatura de recristalización depende
de la temperatura y del tiempo de calentamiento, siendo estos dos factores
favorables para el aumento de grano.
Conformación en caliente
Según
se ha dicho anteriormente la conformación en caliente se realiza operando a
temperaturas superiores a la de recristalización. Conforme elevamos la
temperatura de un metal, deformándolo a la vez, aumenta la agitación térmica y
disminuye la tensión critica de cizallamiento, aumentando así la capacidad de
deformación de los granos. Simultáneamente se produce también una disminución
de la resistencia de los bordes de grano. Aparecen, pues, dos factores, ambos
dependientes de la temperatura: la resistencia de los bordes de grano y la
resistencia de los cristales, los cuales varían de la forma indicada en la
imagen. Ambas curvas se cortan en un punto al que corresponde una temperatura
llamada de equicohesión, en la que se igualan las resistencias.
imagen. Resistencia de los bordes de grano y de
los cristales en función de la temperatura.
Cuando el material se
trabaja a temperaturas inferiores a la de equicohesión las deformaciones se
producen en el interior de los granos (transcristalina) y se origina acritud;
por el contrario, a temperaturas superiores, la deformación es intergranular,
de tipo fluido y no se origina acritud.
En el trabajo en
caliente hay que mantener, pues, la temperatura siempre por encima de la de
recristalización. Ahora bien, como durante el tratamiento tienen lugar
simultáneamente las deformaciones plásticas y la recristalización de los granos
deformados, para que el metal no tenga acritud después de deformado, se
requiere que la velocidad de recristalización sea suficientemente elevada, para
que todos los granos hayan recristalizado al terminar el proceso. Por tanto, no
basta con efectuar el trabajo por encima de la temperatura de recristalización;
hay que mantener al metal con esa temperatura el tiempo suficiente para que la
recristalización haya sido completada. La temperatura de trabajo tiene también
un tope superior. Ha de ser inferior a la temperatura de fusión del metal y de
las impurezas; y en caso de que haya eutéctico, por debajo de la temperatura de
formación de este.
Efectos de la conformación en
caliente
Las ventajas de los procesos de
conformado en caliente son las siguientes:
- Permite obtener la misma deformación que en frío con menores esfuerzos.
- Puesto que se producen simultáneamente
la deformación y la recristalización, es posible obtener:
a)
un grano más fino
b) materiales más blandos y dúctiles
c) aumenta la resistencia al impacto
d) ausencia de tensiones residuales
e) estructura más uniforme (las impurezas
se eliminan fluyendo al exterior del material)
f) se pueden obtener grandes
deformaciones
- Mayor densidad
- Estructura fibrosa y, por tanto, una
mejor resistencia mecánica en la dirección de la fibra.
Las desventajas del conformado en
caliente son
- Oxidación rápida (esto es, formación
de escamas, dando por resultado superficies rugosas).
- Tolerancias relativamente amplias (2-5
%) debido a las superficies rugosas y dilataciones térmicas.
- La maquinaria de trabajo en caliente
es costosa y requiere mantenimiento considerable.
esto es todo incorrecto según mi profesor un saludo
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